PSICÓLOGA INFANTIL EN CÓRDOBA
Ana Castillo, psicóloga infantil en Córdoba.
A lo largo de esta etapa de la vida, se va conformando el desarrollo de las conductas y de la personalidad, hasta llegar a la adolescencia, durante la cual la persona se prepara para su inserción en la vida adulta.
Este proceso, va acompañado de numerosos cambios en el organismo, que no sólo son debidos a factores de maduración biológica, sino que también se encuentran influenciados por el medio familiar, el contexto social y relacional en el que se encuentra inmerso el/a niño/a, adquiriendo las experiencias que irán marcando su crecimiento.
Cada período en el desarrollo influye en los siguientes, siendo necesaria la adquisición de los hitos evolutivos correspondientes a cada una de las etapas que lo conforman, por ello resulta de especial importancia acudir a un profesional en el momento en el que se detecte alguna dificultad en sus competencias o habilidades que pueda estar interfiriendo en el óptimo funcionamiento del menor, para llevar a cabo una intervención precoz y prevenir el agravamiento del problema.
Durante mi carrera profesional, como psicóloga infantil en Córdoba, es el área de actuación donde he tenido la suerte de desarrollar y aplicar gran parte de las experiencias teórico prácticas adquiridas, durante más de diez años de desempeño laboral, obteniendo un sinfín de gratificaciones por ello. Y es que debido al alto potencial de los niños y niñas, y adolescentes de modificar patrones de conducta desadaptados y desarrollar habilidades de resiliencia, las posibilidades de adquirir y aprender nuevos recursos que les ayuden a su adaptación y maduración es enorme. Es por ello que me entusiasma y me hace sentir inmensamente feliz el poder ser partícipe de los cambios que acontecen en su evolución, persiguiendo día a día con esfuerzo y trabajo el cumplimiento de este objetivo.
Trabajo desde el respeto por el proceso de aprendizaje y evolución de cada niña y niño, sin frustrar, sin presionar, de manera que pueda desarrollar al máximo su potencial, favoreciendo su motivación e iniciativa, y adaptando las diferentes técnicas de intervención a la edad evolutiva del/de la menor.
La intervención se lleva a cabo en sesiones individuales o grupales, abarcando las diferentes dificultades que se puedan presentar, como son:
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- Dificultades del aprendizaje.
- Problemas de conducta.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Problemas de sueño, pesadillas y terrores nocturnos.
- Problemas de control de esfínteres.
- Duelo.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo.
- Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH).
- Autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo.
- Problemas emocionales: ansiedad, fobias, depresión, etc.
- Dificultades para el lenguaje y la comunicación.
- Problemas de adaptación.
- Habilidades Sociales.
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ÁREA INFANTO-JUVENIL
A lo largo de esta etapa de la vida se va conformando la personalidad y acontecen numerosos cambios en el desarrollo que nos preparan para afrontar la vida adulta, dicho proceso se encuentra ligado al medio familiar, y en general al contexto social-relacional en el que se desenvuelve la persona. Es por ello que la finalidad de la intervención debe estar orientada a desarrollar al máximo las habilidades y competencias correspondientes a cada momento evolutivo.
La intervención se lleva a cabo en sesiones individuales o grupales, abarcando las diferentes dificultades que se puedan presentar, como son:
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- Dificultades del aprendizaje.
- Problemas de conducta.
- Dificultades en las relaciones sociales.
- Problemas de sueño, pesadillas y terrores nocturnos.
- Problemas de control de esfínteres.
- Duelo.
- Trastorno Obsesivo Compulsivo.
- Trastorno por Déficit de Atención y/o Hiperactividad (TDAH).
- Autismo y otros trastornos generalizados del desarrollo.
- Problemas emocionales: ansiedad, fobias, depresión, etc.
- Dificultades para el lenguaje y la comunicación.
- Problemas de adaptación.
- Habilidades Sociales.
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